Caminito de la escuela II

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Mi maestra de 3º le hacía ojitos a mi papá, el profe de 4º que me decía “Juárez” tenía un gusto peculiar por echar platicada con otras maestras y casi hacíamos lo que queríamos, pura flojera, el profe de 5º casualmente andaba pegando chicle con una tía mía así que tampoco me decía nada aunque a veces se me saliera decirle tío, pero en 6º… no-no, fue mi año del terror, me tocó con una maestra grandota y güerota que imponía respeto aunque se la pasara de floja fumando fuera del salón con otra maestra igual de floja.

A ella no le gustaban las niñas barberas y aunque nunca lo fui, yo ya traía mi famita y no me miraba con buenos ojos, afortunadamente, tampoco a mis compañeras que pretendían barbearla para darme en mi madre; cuando nos dejaba ejercicios de Mate, ella los resolvía antes con el poder de su calculadora, y que una ocasión, seguramente por un error de dedazo, ella tenía un resultado obviamente diferente, pero ¡ah no! ¿cómo iba a estar mal ella si era la maestra? Absolutamente todos salimos con mala calificación, méndiga doña burra. Pero para colmo de mis males, un día que no fue la maestra de educación física –que está de sobra decir que todos babeaban por ella- salimos todos al patio a hacer lo que se nos diera nuestra ganota, en un patio estaban los hombres jugando al fucho y en el otro las mujeres argüendeando y otras jugando al resorte ¿recuerdan? y para variar, mi maestra junto con la otra platicando y fumando en medio de los dos patios según ella para vernos a todos, en eso, a los hombres se les va el balón hacia nuestro patio y mi amiga Alina y yo corrimos por el balón y lo gané yo ¡újuu! pero… me cae que hasta lo vi en cámara lenta, vi volar el balón que chuté, giraba y giraba en el aire, en dirección a… ¡la cabezota pelos de elote de la maestra!.... ¡ahhhh! No manches Alma babosa ¿qué acabas de hacer? estúpida, idiota, mensa con suerte de perro, babosa… me repetía y repetía en mi cabeza… chale.

Quería que me tragara la tierra, quería que me diera un infarto y que me llevaran al hospital, quería que cayera un rayo, quería desmayarme o saber actuar para fingirlo… pero no, nada de eso pasó, lo único que pasó fue la regañada y los improperios que se supone no debería decir una maestra de primaria –ay maestra Antonieta, ¿con esa boquita besa a su mamá?- y como en esos días un grupo de mujeres del salón habían estado jugando a la botella de a besos en el recreo junto con unos chamacos desmadrazos, pos de una vez arremetió contra ellas y castigó a todo el género femenino del salón, pero curiosa la cosa, que hasta mis amigas y yo salimos embarradas por el jueguito de la botella cuando nosotras no tuvimos nadita que ver, ¡bah! si éramos bien mustias, cómo chingados pensaba que estaríamos también besuqueándonos con los escuincles tan feos que había en la escuela, pero ni hablar. Lo peor que se le ocurrió a la maestra fue llamarnos en general put** –qué buenas palabras enseñan ahora en las escuelas- y por supuesto, la mayoría de mis amigas les contaron lo que pasó a sus papás y estos ni tardos ni perezosos fueron a primera hora al día siguiente a reclamarle a la maestra y reportarla, pos cómo se le ocurría, y la vieja loca, no hizo más que seguir gritando que absolutamente todas eras unas cuatro-letras, vieja loca repito.

Lo poco que restaba del año se puso en contra a casi todas las del salón, y todas se le rebelaban (según ellas) a la maestra, yo no, a mi nomás me bastó un par de días para que se me pasara el coraje y no le daba importancia, total, seguramente estaba menopáusica y necesitaba más felicidad de la que le daba un maestro con el que siempre andaba queriendo ligar. Ella seguramente pensaba que me iba a aliar con las demás y así joderme el resto del curso, pero nel, le di en su madre e hice que se tragara sus palabras al tiempo que se daba cuenta que yo no necesitaba hacerme de malas famitas y no andaba de chilletas, al contrario, hacía todos mis trabajos y me jodí el lomo más que nunca con las tareas, para que se aguantara sus ganas se andarme moliendo… y se las aguantó.

El fin de año lo pasé sin pena ni gloria, mi padrino no llegó a mi entrega de papeles y llegó hasta después de chorrocientas horas porque había ido a conseguirme unas flores ¡ah, qué tierno! Nomás por eso y porque era un amigo re guapo de mi hermana se lo perdoné, ja.

Y pos ya, le dije adiós a la primaria y saludé a la secundaria, pero le corto porque el post estaría largote largote y sé que les da flojera leerme ingratos (y a mí seguir escribiendo).


Suerte en sus clases a los que están de vuelta por las aulas del conocimiento, ajáaaa.

Caminito de la escuela...

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Pues ya este lunes regresaron o entraron por vez primera los chamacos, pubertos y no tan chamacos a las escuelitas, no quiero ni imaginar lo que han batallado los afectados por los plantones de los huevas en el DF y tienen que ir a clases, pero bueno de eso no hablaré pues el tema ya está bastantito sobado y mencionarlo me da escalofríos.

Tengo una tía que es asistente de dirección en una guardería y preescolar, y con sus pláticas me recordó de lo mucho que suelen llorar casi todos los chilpayates que entran por primera vez a eso que se llama escuela y que muchos otros, tiempo después llaman reformatorio.

Tengo tan presente mi primer día de clases, en ese kinder donde pretendían se me quitara un poco la mamitis pero nunca lo consiguieron, en ese lugarcito tan cómico donde me robé un Chiquitín, jojojoj... bueno, esa es otra historia que ya les conté. Les decía de mi primer día de clases, mi mamá me levantó tempranito, iba yo bien peinadita (cosa que no acostumbro en la actualidad), con mi batita de cuadros rosas y un parche o sepa cómo se llaman, de una casita, re bonito viera usted. Todas las mamás esperaban con sus respectivos chamacos a la entrada del lugar, y en cuanto llegó la hora de dejarlos para que entraran a clases con sus casi segundas mamás, que empieza el chilladero, pero cañón, yo sólo recuerdo que mi mamá se despidió de mí y yo veía llorar a todos los demás, en realidad me parecía bastante extraño y en cierto grado mamón, no lograba comprender porqué lloraban y gritaban tanto y se aferraban de tal manera a sus mamás si irremediablemente se quedarían ahí. Es como con las inyecciones, todos los niños lloran al saber que los van a “picar” y hasta suelen amenazarlos con eso cuando se portan mal; no, yo no, al igual que en el kinder tuve que entender que llorara, gritara o pataleara, de todas formas me inyectarían, así que también desde niña les perdí la fobia. Bueno, como que me salí del tema.

Ya del resto del kinder, la mera verdad ni me acuerdo, tengo recuerdos tan lejanos que siento que lo pasé de noche (ja, ni que fuera prepa), no tenía amigos, me juntaba con todos con nadie, a excepción de una niña con la que a veces nos acostábamos en el piso del patio para verle unas cosas extrañas a un niño que tenía los pantalones rotos y no usaba chones, jojojo. Siempre fui callada en mis primeros años de escuela, es más, para que se den una ideota, ni me aprendía las canciones esas de chamacos que enseñan ahí, nomás recuerdo leve una de sepa qué rueda-rueda de San Miguel y que un burro no sé qué, y claro, la de la Víbora de la Mar, imposible olvidarla si hasta la fecha la escucho en las bodas.


“Campanita de oro déjame pasar,

con todos mis hijos,

menos el de atrás-tras-tras...” –pinche madre sin entrañas.


La primaria fue otro rollo, 1º y 2º también era la niña muda, pero ya en 3º que cambié de primaria fue el cambio total. Claro, al principio fui la niña nueva extraña, pero lo mamón del asunto, fue que comenzaron a hablarme los de mi salón porque pensaban que era niña rica, porque mi papá me llevaba diario en unas camionetas re bonitas y nuevecitas de paquete, ¡ja! pobres ilusos si pensaban que les iba a disparar los chescos en el recreo pues las camionetas eran del trabajo de mi papá, muajajaja. Tuve más confianza porque ahí estaban un par de primos y primos de mis primos en la escuela así que me la vivía danzando de salón en salón cada que tenía oportunidad, y como era bien nerd, pues los maestros no me decían nada...


Esta triste historia continuará, muy a su pesar, juar.


Cáigole.

Pingüinos en la oficina y en mi tatema

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A pesar de que afuera de la oficina está soleado, yo tengo frío, así que supongo que mi falta de inspiración este día se debe a que se me está congelando el cerebruto, bueno, de por si mis posts nunca han sido chorro culturosos que digamos.

A lo mejor mi frio se debe a que en todo este fin de semana comí como puerquita y al no darle esta mañana a mi barriga todo a lo que la acostumbre desde el viernes, mis defensas bajan drásticamente así como subieron... nah! pero es que por Dios, ¿a quién de 49 kilos le caben en un sólo día un platote de papas con rajas y queso gratinado, mole de Xalapa con carne de puerco (oink), chocolates, galletas y bombones de café, pastel de la cumpleañera, gelatinas y micheladas en un lapso no mayor a 8 horas? soy una marrana glotona, el chiste es, que el frio me traba el cerebro.

Por lo tanto, me limitaré a poner algunas fotos que seguramente en otro día no las pondría, no tienen nada de espectacular ni de cómico, aparte, muy, pero muy muy seguramente nomás me interesan a mí... pero a falta de pan, tortillas.













Nah, mejor no, no se lo merecen.


Cáigole.

Los Churrumais se van para...

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Esto se puso bueno, vamos pues, más bueno de lo que esperaba, primero con las propuestas y su selección, y después, con los votos, me cae que se puso casi tan emocionante como con las del pasado y ya marcado 2 de julio... bueno, no es para tanto, pero sí que se puso buena la cosa, sobretodo porque votó gente nueva en mi verde morada, ¡oh! qué dichosa soy.

Gracias a todos los que propusieron un nombre, que aunque no se seleccionaron todos porque según yo no se desempatarían (falta de lectores, jaja) todos fueron bastante chichos, y otros también, que propusieron pero ya no se podían seleccionar pues ya estaban abiertos los votos, como el que propuso el Muchacho Chicho "Sor Vaca Inés de la Powed", me cae que estaba re bonito pero ni modo. De todo se presentó, Markos por ejemplo, dijo que "Chachavaca"... no la quieras tanto mano; y aunque desde el principio "Sarajuana" tomó ventaja, todos los demás dieron su pelea. Ahora si, los resultados:

  • Vacaláctica, por Angel: 2
  • Clorofila, por Ray: 2
  • Lucrecia, por Markos: 2
  • Anastacia, por Nostromo: 2
  • Sarajuana, por Calavera: 11
  • Vacuadrada, por Yzak: 1
  • Invalidados: 3
  • Abstinencias Sexuales: 3

Pa más pronto, el indiscutible ganador es:
¡Calavera 7 Lunas, con Sarajuana!

¡Tan tarrantan tarararanta tan tarrantan tarararaaaaa!
¡¡clap, clap, clap!!


Los resultados son inapelables -no me quieran poner casas de campaña aquí, aparte no se puede- y el ganador podrá reclamar sus Churrumais (con limoncito) y el jugo Pau-Pau del sabor de su preferencia y, por supuesto, es quien apadrinará a mi verde vaca.


Yo, te bautizo con el nombre de SARAJUANA...



¡Oh, mi verde vaca, Sarajuana!

- Padrino ¿on tá el bolo?

Escójale... el nombre

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Había dicho que en cuanto estubiera de ociosa enlistaría los nombres de mi verde vaca para que a manera de votos, la bautizaran... pero como no quería esperar tanto (ando de ociosa) y si lo hacía habría mucho más nombres (uy si, qué concurrido es mi blog) pos diunavez, se las pongo (las propuestas, cochinos pelados).

Nombres rete bonitos a elegir:


(Imagínese aquí la foto de mi vaca,
porque nomás no se pudo cargar, chale).


  • Vacaláctica, propuesta por Angel.
  • Clorofila, proponida por mi amigo Ray, que no tiene Bló pero se la vive aquí (no puedo evitar pensar en los Clorets con este nombre).
  • Lucrecia, por el encapuchado Markos.
  • Anastacia, por el buen Nostromo.
  • Sarajuana, por Calavera 7 lunas (eso me sonó a Mary Juana, interesante).
  • Vacuadrada, por Yzak el inicial creador y criador de mi verde vaca.

Podrán votar incluso quienes hayan propuesto nombres, los votos se cerrrarán hasta la última hora del miércoles, o en septiembre cuando le terminen de dar en su madre al infame Peje si es que quedan en desacuerdo con lo votos (ni madres, aquí sí hay democracia... creo), y si nadie vota o no hay resultados sobresalientes de un nombre sobre otro, pos yo le pongo el nombre, ya qué, ingratos.

Finalidad del concurso aparte de los choteados churrumais (con limoncito): Ninguno, jojo. ¡Ah si! poner a mi verde vaca como mascota en la barra lateral (¿cómo se llama?) ora que modifique mi plantilla, pero con diseño caserito, ¿qué tal?

¡Provecho!

Póngale... el nombre.

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Tengo una nueva mascota, aparte de mi nueva perra Gozer; ella es una vaca loca que no está loca o eso creo, me la encontré en la calle pero parece que pastó mucho porque es de color verde lo cual se me hace excelente pues -si no se han dado cuenta- es mi color favorito, aunque ya mucha gente, entre ellos Mausan, ha venido a preguntar si no es una vaca extraterrestre, yo no lo creo, parece bastante err... normal, también vino Trejo a ver si no estaba poseída pero le aclaré que el verde de su cuerpo no se debe a guacareada infernal.


No sé qué nombre ponerle, mi hermana dijo que Romina y a pesar de que se se retocía de la risa no me pareció gracioso, otros me dicen que Camila o Cuca, incluso me han dicho que nomás le diga "vaca" o "mú" y se acabe el pedo.

Por favor, usted que entra a mi verde morada y lee esto, recomiéndeme un nombre para mi nueva mascota, que ya es hora de bautizarla para que sea una buena cristiana; de los nombres más chichos que propongan se hará una elección y el que resulte ganón se hará acreedor a un excelente premio, que como siempre han sido, unos Churrumais y un Pau-Pau sabor de su preferencia (por cierto, quienes lo ganaron con lo del Arcoiris, reclamen su premio, pue que algún día se los mande).

Editado:

En vista de la buena respuesta que ha tenido este mega concurso (ajá), hoy o mañana -cuando ande de webas- enlistaré los nombres más mejores menos piores que han propuesto para mi verde vaca (que no apesta Markos) y el nombre que tenga más votos, pos ganará el derecho de bautizar a la vaquita y por suspuesto, sus churrumais (con limoncito).

*Nombre ganador dispuesto a cambio no importando si no votan y sin previo aviso.

Por su mul-amable atención, gracias.

Cáigole.

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Frase célebre pirateada de la hermana del amigo

de un amigo del compañero del amigo del hermano de un amigo no tan célebre.

Amor a primera consulta, digo, vista.

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Chale, voy a hacer huelga postera, posteadora o como se diga, nomás voy a postear cada 15 días, cada que me den mi lana en la chamba, pero no lo tomen tan personal mis chavos, les digo esto porque es como los créditos de Famsa, diles que les pagas cada mes o cada quincena, pa que el día que les lleves abonitos anticipados, facilitos y semanales les brillen más los ojitos, ja, a ver ¿eso qué, verdad?

Bueno, el chiste es que de acuerdo a mis nuevas políticas de publicación hoy no me toca escribir naranjas, pero pos aquís’toy.

La semana pasada me fui dos noches a quedarme con una tía al seguro porque la operaron de… chale, siempre se me olvida… ¡del páncreas! si, eso; yo jamás de los jamases me había quedado en un hospital a pasar la noche, es más, ni siquiera había pasado del banco de sangre o consultorios quesque familiares, así que no me imaginaba la ajetreada vida de los doctores y enfermeras, y mucho menos por lo que tienen que pasar los pacientes aparte de su ya enfadosa enfermedad. Para empezar a mi tía la despertaban cada 3 horas más o menos en la madrugada para cambiarle el suero, inyectarle medicamentos, tomarle la presión y quizá también nomás por joder.

Las enfermeras son unas ruidosas de primera con sus méndigos carritos donde cargan sus medicinas y demás, y para acabarla de amolar, en el cuarto donde estaba mi tía habían cuatro camillas, en dos de las cuales habían unas señoras argüenderas como ellas solas, que si a doña Pachita la operaron de sepa qué, que si es re famosa en su colonia (pos así de comunicativa quién no), que si le gusta el “chute”, que si le dieron de comer pozole y quería enchiladas, no, todo un personaje esa doña Pachita o doña Pachis, pero eso no era lo peor, lo peor era ¡cómo roncaba! me cae que roncaba más fuerte que mis hermanos. En una de esas despertadas, vi cómo le sacaron a mi tía una méndiga manguerita de las venas por donde les ponen el suero, tenían a mi tía toda moreteonada, parecía que había sufrido un choque, culeros, ustedes perdonen mi palabrota, pero se ve (y se ha de sentir) del nabo, yo sólo sentí cómo se me bajó la sangre y me dieron un chorro de ganas de guacarear, de no salirme de inmediato, a la que hubieran tenido que atender sería a mí… pero en ese momento, al salir, en ese pasillo, ahí estaba… Dios, un angelote disfrazado de DOTOR, así, justo como meramente me lo recetó otro doctor… lo vi, me vio, nos quedamos viendo como pendejos y ninguno dijo nada, nada más una leve sonrisa ranchera y yo casi mordiendo el rebozo, hasta que me dijo con su bella y varonil voz “Buenas noches señorita”… aaaaah!!! Y le contesté “buenas las tenga y mejor las pase, Doctor”… uy, era divino el mugroso doctor, y lo mejor, no le ví ninguna argolla de ahorcado y a lo mucho tendría 29 años… y así pasé la madrugada, cada que salía del cuarto de mi tía, lo veía pasar y nos seguíamos quedando como babosos, chale, en ese momentos uno quisiera ser más aventado, probablemente ahora estaría a la vista un posible novio cirujano, pa que me opere las bubis y las pompas… no, mejor no, que nomás las revise, jojojo.

Mi tía ya fue operada y dada de alta con buena salud afortunadamente y con sonrisas y lágrimas de cocodrilo la recibieron en su casa, pa cuando llegó yo ya me había salido, ja, qué ingrata. Todos en casa, una prima, mi hermana, mis tías, un primo político, vaya, todos los que se enteraron de que el doctor y yo nos echamos el ojo me andaban proponiendo ideas para ir a pescarlo aunque ya no tuviera el pase al seguro, que lo buscara al término del turno nocturno, que si mi primo político iba y le daba mi número de mi parte (si es que podía entrar), que me fuera a las 7 de la mañana disque al banco de sangre y de ahí colarme a piso, nombre, chorro de cosas, pero realmente le soy fiel a la bandera… un momento, ¡no tengo bandera! bueno, pero le soy fiel, jojo. Además, podría ser que era un doctor matón, necrofílico, casado, homosexual, impotente o qué se yo, no, seguramente no me convenía. Si, eso, no me convenía…

Bueno, ya nomás para cortarle, dejo una foto de ese doctor tan guapo, adiós dotor, adiós amor a primera vista, juas.

Tss... chiquitito...

¿Qué? ¿No me creen?... chale.

Y bueno, es más que obvio que las enfermeras no me leen, pero me cae que a pesar de ser ruidosas como ellas solas y de los improperios soltados arriba, se les agradece su tan altruista labor de cuidar a los malitos (ni tan altruista, les pagan re buena lana)... chido que contemos con dotores (y así de guapos) y enfermeras así. Gracias.

Cáigole ya... boo.

Fish

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Tenía que analizar mil cosas de mi vida, ya nada es igual ni siquiera al día de ayer, pero sabía que ese era el momento justo de hacerlo, tenia que quitarme antes toda la pelusa de mi cuerpo, de mi mente y de mi espíritu: fuera temores, traumas, fantasmas, demonios, tristezas, vacíos… fuera todo lo que sobra, fuera todo lo que no quiero. Estaba segura que era el momento justo, ni un día más ni un día menos, me había metalizado que quería descubrirme a mí misma, lo que tengo en lo más profundo de mi ser y saber si tengo la fuerza y el coraje para averiguar si soy feliz, si en mi vida me fijo más en lo bueno o en lo malo, si mi espíritu conserva luz.

Sólo me detengo en el tiempo, mi percepción de tiempo y no tengo ganas de recordar el pasado ni siquiera de lo bueno porque así recordaría lo malo, tan sólo me quedé observando la película de mi vida, pero la vida que estaba transcurriendo en esos mismos instantes, viendo mi película exterior para comprender la interior.

El cerro está muy oscuro pero lo suficientemente iluminado para poder percibir lo que tengo a mi alrededor; veo claramente las copas de los árboles que se levanta frente a mí y escucho, y casi siento, cómo se mueven cada una de sus hojas al pasar del viento. Veo cada una de las gotas de rocío que hay en las yerbas y casi puedo ver –si, ver- el viento cuando comienza a venir desde lejos y golpea a los árboles. Cuando se despeja levemente el cielo veo figuras extrañas en las nubes pero ni siquiera me atemorizan, en realidad veo lo que quiero ver, después veo flores en el cielo, si, el Edén está en el cielo de allá arriba pero también está aquí justo en nosotros.

Siento el frío en todo mi cuerpo y veo cómo se me eriza la piel pero el frío es mi alimento, es lo que me hace sentir que estoy ahí y me hace sentir que la energía de nuestro espíritu es una de las cosas más grandes del universo, pero a la vez me recuerda que somos tan pequeños y que debemos un respeto, un respeto al cielo o infierno que llevemos dentro de nosotros mismos, pero que estamos siempre tan ocupados o sumergidos en la monotonía que ni siquiera lo percibimos ya, que fuera de nuestra luz interna y dentro de nuestra ciencia tan sólo nos limitamos a asegurar que no hay un más allá o incluso que no hay energía indestructible dentro y fuera de nosotros. Qué infelices.

Hablo y recuerdo sólo lo que me interesa pero con el afán de sacarlo y no volverlo a sentir, talvez evacuando con los labios todo lo que no quiero dentro de mí, pero sólo lo suficiente para no volver a herirme con ese tema, sólo lo que se necesite y ya. Punto final.

Mi vida, que estoy analizando y viendo frente a mí, me gusta, me doy cuenta que aún conservo luz y me siento feliz al enterarme que no soy infeliz, que realmente me he quedado con lo que quiero, y que hay tanto más allá de mí pero que a la vez me pertenece y dentro de mi pequeñez puedo ser y compartir mi vida con los seres más grandes que haya siquiera visto, que la vida es corta pero la energía infinita, y que algún día descubriré lo que hay más allá, y no precisamente el que hay después de la muerte, pero tampoco lo descarto.

Me doy cuenta que puedo sacar a mis demonios para verles la cara pero que he decidido que no me atemorizarán más, porque ellos hacen lo que yo quiero y no porque yo ordene sino porque ellos, a diferencia de nosotros, si saben el margen a respetar. Ellos son como yo quiero, pero que más allá de mí y de ellos sigue habiendo algo más, más grande.

Hoy más que nunca me doy cuenta que tengo el tiempo necesario para analizar mi vida y seguir sacudiéndome la pelusa que hay encima de mí, para después ofrecer lo mejor de mí, a quien sea, pero empezando por mí. Creía saber lo que quería en mi vida, pero ahora además se, lo que quiero sentir en mi vida.




PD. Y no estoy pacheca, ebria, etc. pero tampoco sobria ¿clarito? seee... Cáigole.