¡Corre Romina, corre!

Se supone que hoy es mi último día de inactividad física y -¡Diooos!- de comidas suculentamente grasosas. Mañana me voy a correr.

Años tengo de no hacer una cochinadita de ejercicio, para ser más exacta, de hacer ejercicio como tal, desde el 2000 que estaba en primer semestre de prepa, y eso nada más porque el móndrigo profe de Deportes nos ponía ejercicios de la fregada, nunca se compadeció de nosotros sus pobres e indefensos alumnos, al contrario, entre más nos veía sacar las anginas de perro más nos ponía a correr en el patio -para burla de todos los de Licenciatura, pobres niñatos ante sus quesque experimentados ojos-, a hacer lagartijas de las cuales nunca he podido hacer más de cinco en mis mejores condiciones, abdominales y demás ejercicios que parecen de contorsionistas y que hacen sufrir a los pobres sedentarios como yo.

Así que retomo lo que dejé hace ya bastante tiempecito, y no por el hecho de que quiera verme mami-rica-sabrosa-apachurro, sino porque ya he tenido necesidad de correr por cualquier cosa y a la media cuadra ya estoy bofeando me cae, mi condición es de vergüenza total, ¡ándele! como Homero Simpson, y eso que estoy delgada, además de que claro, me voy a distraer y voy a pensar en lo que me falta de recorrer en la pista en lugar de tener malos pensamientos, bien me lo decía mi abuela: Si tienes malos pensamientos, ponte a lavar platos... nel, yo no lavo ni madres, mejor me voy a correr, aunque ahora que lo pienso, yo nunca tengo malos pensamientos, de veritas.

A ver cómo me va mañana y cuántas vueltas le doy a la pista de la deportiva, o más bien, cuánta parte le alcanzo a cubrir, ahhh, porque vóyme yo a correr allá, ¿correr en la calle? nel, me da miedo, aparte en la deportiva, como son más, se sienten porras en el ambiente, y aparte también, es en la noche, de día si es muy temprano me da flojera o si no lo es tanto, me da calor, así que ya no tengo pretexto.

Ganas tengo muchas, espero seguir así, ya es justo y necesario.

Pórrenme echas, digo, Échenme Porras.

Cáigole.