Fresca como lechuga


Chingados pero si me encanta esta sensación, que aunque me encanta mi vida, este filin’ no es tan común.

Justo a mi espalda donde se ubica mi cubículo de trabajo hay una ventana enooorme –bueno, no tanto- y me llega el aire fresco, que en medio de este calor precoz, es tan pero tan reconfortante, quizá eso, es parte de lo que me hace sentir como nuevecita, vamos pues, como acabadita de bañar, pero con el extra de que la sensación es también interna.

Hoy para mí es de esos días donde el cielo parece ser más azúl (azul con acento porque es más azulote) y hasta los pajaritos parecen volar más felices que de costumbre.

¿Motivo, razón o circunstancia? Ninguna al parecer, pero quisiera que durara mucho tiempo, porque se siente re bonito, es como cuando tienes la certeza de que a partir de este momento todo en tu vida saldrá de maravilla, el sol siempre brillará y siempre sentirás esa nutritiva vitalidad.

Será porque estoy enamorada como púbera de secundaria, o por mi nuevo puesto en el trabajo, la remodelación a mi casa (bueno nomás la sala) que me hace llegar a casa con una nueva sensación, el ponerme de nuevo a trabajar el cerebro porque ya está arrancando el proyecto al que fui convocada y dejé de huevonear (si no estuviera tragando moscas no habría podido actualizar mi verde morada), el riquísimo colchón que me compré, o el color verde chíngame las pupilas con el que –yo solita- pinté mi cuarto y siempre había querido así… no lo sé, quizá es una revoltura de algunas o todas, de esas cosas que tangibles e intangibles me hacen sentir en una nueva etapa, pero de que se siente bien, se siente bien.

Hacía tiempo en que tenía la firme idea de que si renovaba dos que tres cositas a mi alrededor, y no precisamente las materiales… bueno sí también un poquito, podría llegar al punto de partida en el que mi vida por fin tomaría el sentido y la dirección que desde siempre quería, pero de alguna forma, todo a lo largo del tiempo se fue acomodando, y me gusta la forma que está agarrando, porque puedo ver que el moldecito, poco a poco y a lo mejor sin querer lo fui diseñando yo.

Y como ya estoy empezando a pensar en qué escribir en lugar de que fluya cual agüita de riachuelo, y no quiero estropear este momento cuasi perfecto de mi día, me voy, además, alguien cerró la ventana y quiero abrirla para seguir sintiendo el airecito en mi… mmmm… espalda.


Vóyme.

5 comentaron que...:

Unknown dijo...

:o

a mi tambien me gusta cambiar cositas cuando me siento atorada, como que a uno se le cargan las pilas de repente cuando te empiezas a... como decirlo? reinventar?... meh como sea que chido que te este saliendo todo chingon.

y ya vi tu nueva chamba:

http://www.pepetoro.com/images/BOLETIN2_07.gif

http://www.pepetoro.com/images/BOLETIN2_15.gif




haha ntc


que siga todo chido por alla mana! =D

PD: si ya vivo con mi galon... digo, galan, desde julio del año pasado =D!!

Acuarius dijo...

luz...

CLICK CLICK... dijo...

Genial sensación!

A veces tan solo esquinar un poco un mueble (como la cama, je!) ya es algo que nos cambia... la perspectiva, digo

BuenasChambas dijo...

deja de pedorrearte en la chamba, no es polite!

lemon dijo...

Sigale con ese pensamiento posivito, acuerdese de la ley de la atracción =)