Estas son las mañanitas... muy mañanitas.

Desde chamaca le entro a la comida como niña de hospicio, de todo y por Dios, si esto se tratara de alcohol diría algo así como “En verdad que no vuelvo”… pero no, nunca afortunadamente me ha dado resaca, o más comúnmente conocida como cruda, pero si de comparar se trata, he sufrido más por comer en exceso que por tomar.

Yo creo que la vida se vengó de mí la madrugada de este lunes, por comer tanto en todo el fin de semana habiendo tanto chamaco hambriento, chale, por mi culpa, por mi culpa, por mi grande culpa.

Me desperté pasadas las 3 de la mañana por un dolor fuertísimo en mi bella barriga, creo que algo dentro de ella me hablaba, supongo que era un alien reclamando salir de mi panza o simplemente mis tripas recordándome a mi ascendencia. De veritas que no se dónde me cabe tanto, yo supongo que tengo algo muy parecido a un hoyo negro, una caverna o en el peor de los casos, efectivamente tenga un alien que se aprovecha de todo lo que como; me han dicho de todo “si sigues comiendo te vas a poner gorda”, “si engordas nuncamente podrás adelgazar”, “vas a tener pesadillas”, etc., etc., y aunque modere mi cantidad de comida (que tampoco son 20 tacos de carnitas) sigo comiendo una cantidad mayor a lo estándar que se ve que comen las chicas, por ejemplo, en el Sanborn’s, de hecho cada que voy todas me ven como bicho raro al ver mi comida, que no mamen, eso de que “nada más me como una ensaladita César y con eso tengo” que se las crea sepa-quién, además el cuerpo necesita de todo, no nada más yerbas, que son muy ricas, pero nah, a mi no me convencen aún, preferiría en todo caso un régimen de 5 comidas diarias.

Pero bueno, ya me desvié mucho al tema de la comida, el chiste es que por comer como si fuera la última vez, me dio tremenda infección en el estómago, pasé una noche horripilante y ayer mismo fui al doctor, me sentí mucho mejor y cuando me encontraba esta madrugada en mi quinto sueño me volvió a despertar un quejido espantoso, como el de la llorona me cae, y pensé que era mi barriga cuando me di cuenta que a algún vecinito simpático se le ocurrió poner canciones de Pedrito Fernández ¡a las 2 de la madrugada! Pero no, no eran siquiera canciones de serenata o algo así, eran tan chillantes como el dolor de mis tripas el día anterior, asi tipo de “Mamá soy Paquitoooo!...”, me cae que me asustó el méndigo Pedrito, me dio miedo, chale.

Así que hoy me desperté más automática que robot, pensé que con un baño se me quitaría el sueño pero si les digo que al contrario, me estaba durmiendo en plena regadera, no miento.

Así que si ustedes, no quieren sufrir de sueño y andar cabeceando en plena oficina, No cene chicharrones o cualquier otro alimento daña-tripas y evite vivir al lado de vecinos locos que pongan música espanta-nervios en la madrugada.

Ah, y cuénteselo a quien más confianza le tenga, al Dr. Simi por ejemplo, juas.